El MIEDO es una emoción que nos ha permitido a los seres humanos sobrevivir desde el principio de los tiempos.
En la naturaleza salvaje de los caballos, el miedo y ser coherentes con esta emoción, les ha permitido sobrevivir, ponerse a salvo.
Para el caballo es imprescindible ser coherente. Recordemos que es un animal que ha sido depredado en la naturaleza. Siente miedo por algún estimulo externo, y corre a ponerse a salvo.
En los Seres humanos no es tan fácil. No somos coherentes, pensamos una cosa, sentimos otra y decimos una tercera.
Tenemos una mente que califica, clasifica, llena de pre-conceptos, mandatos, creencias, la mayoría heredados.
Estas creencias y mandatos están desde el principio de los tiempos en el inconsciente colectivo, luego inconsciente familiar, luego inconsciente individual.
Todas son historias que nos contamos, que nos alejan de nuestra esencia de nuestro Ser interior, de nuestro espíritu.
La pregunta seria: ¿que peligro real existe en esta situación?
Cuando nos damos cuenta que ese miedo, muchas veces esta conformado por “historias”, solo queda reescribir la historia.
Para poder conectarnos con nuestra verdadera esencia, con nuestro espíritu, recordar quien realmente soy y a que vine a este plano, es necesario abrazar, aceptar y amar a la historia que nos trajo hasta aquí, la cual solo esta para nuestro aprendizaje.
Los caballos viven un eterno presente, para ellos solo existe el aquí y ahora y como resuelvo los problemas básicos de la existencia, si sienten peligro....solo se corren del lugar y se ponen a salvo
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